10 de agosto 2023. Travesía por Grecia.
Estamos a 4h de Igoumenitsa, así que nos lo
tomamos con calma. Nos levantamos tarde y hacemos un poco de relajada vida
camper. La perra está encantada de por fin poder estar suelta y libre, sin
temer que venga un agresivo perro a quitarle el pellejo… joder, que duro se ha
hecho Turquía en este sentido!
Hacemos tranquilamente los kilómetros que nos
separan de Igoumenitsa y llegamos a la ciudad a la 4 de la tarde. Como tenemos
tiempo, avanzamos un poco por la costa con el coche y nos sorprendemos con la
forma que tiene esta bahía, que acaba en un istmo estrecho de tierra de unos
cuantos kilómetros y una anchura no superior a 30 o 40 metros, siendo uno de
los lados una estupenda playa. Además, está todo lleno de árboles lo que da una
fantástica sombra. El final del istmo no es accesible porque lo ocupa un
camping privado, pero el resto de la larga playa está llena de lugareños, la
mayoría de edad avanzada, ya que es una playa extraordinariamente cómoda para
ellos porque la franja de arena es muy estrecha (8-10m), así que se llega
pronto al mar, y la playa no cubre hasta pasados 20 o 30m, además, parece un
mar muy tranquilo y apenas levanta olas. El agua está clara y cristalina e
invita a bañarse. Así que aceptamos las invitación y después de dar un paseo
con la perra por la zona boscosa de enfrente, nos vamos a bañar al Mar Jónico,
que es el que baña estas costas.
Tras el refrescante baño nos vamos a pegar una
buena cena a un restaurante local, ya que la comida ha sido escasa…. Elegimos
uno local que está muy bien puntuado y nos pegamos un atracón de pescado y
marisco, riquísimo.
Igoumenitsa tiene un larguísimo paseo lleno de
chiringuitos para cenar y para tomar algo. Está muy animado con el típico
turismo de playa que, por una vez, nos gusta contemplar. Paseamos un rato por
el paseo y nos vamos a buscar un lugar donde dormir, ya que la zona no está muy
accesible y parece que la acampada libre está prohibida en toda la costa.
Al final decidimos ir a un área de autocaravanas a
pie de playa que hay en el tranquilo pueblo de al lado. Aparcamos ya por la
noche en una zona donde habías varias autocaravanas aparcadas y dormimos
magníficamente arrulladas por el sonido del mar. Por la mañana nos daríamos
cuenta que habíamos dormido fuera de la zona de caravanas, así que la
maravillosa noche nos salió gratis también… Esta vez no hemos pagado casi ni un
alojamiento en todo el viaje… bueno, por no mentir, el parking de Estambul y el
de Pamukkale.
Comentarios
Publicar un comentario