5 de agosto de 2023. El norte nos decepciona...
Nos levantamos con el morro un poco torcido todavía por lo de la perra y tras desayunar con calma intentamos buscar un sitio para bañarnos.
Nos sorprendió muchísimo la ausencia total de olas en el
mar, parecía una balsa, ni tan siquiera alrededor de las rocas se veía un poco
de espuma… Cuando alcanzamos el mar entre un montón de rocas, nos fastidió ver
que estaba lleno de pequeñas medusas, así que nuestro gozo, en un pozo…
Cogimos la carretera de la costa para ir
disfrutando del paisaje y de los pueblecitos de pescadores… Tal vez teníamos la
imagen idílica en la cabeza de lo que esto significa, pero esta parte de la
costa no nos gustó nada… Pueblos sucios, feos y destartalados, carreteras en
muy mal estado, ríos de montaña, pero con piedra de grava en lugar de cantos
rodados y sin apenas agua… Esta zona realmente no nos aportó nada... Paramos a
comer en Inebolu, también citado en
la Lonely Planet. Pero tampoco nos dijo nada esta pequeña ciudad, donde además el
ambiente era mucho más cerrado y nos sentimos incómodas con nuestro aspecto
europeo. Eso sí, comimos en un pequeño bar un pescado excelente!! Salmonetes
fritos y una rica ensalada, por supuesto muy barato…
Como no nos estaba gustando nada, decidimos dejar
la carretera de la costa e ir por la vía más rápida hasta la próxima ciudad que
queríamos visitar: CIDE. Llegamos al
atardecer, aparcamos el coche y nos fuimos a pasear por el larguíiiisimo paseo
marítimo para disfrutar de una preciosa puesta de sol. Esta ciudad ya nos gustó un poco más...
Cide (pronunciado Chide) es una ciudad
eminentemente turística, pero con 100% de turismo local. Nos encanta ver el
ambiente turístico del país y como se divierten en verano. El paseo marítimo
está bien cuidado y tiene una longitud de bastantes kilómetros, acompañando
primero a una playa de arena y luego a otra de piedras. La playa de arena está
llena de sombrillas y mesas de alquiler, muy bien montado, la verdad.
Nos encanta ver a lo locales, cómo las mujeres
musulmanas disfrutan de la playa cubiertas de arriba abajo con sus vestidos de
playa y una especie de gorro que les cubre el pelo. Qué incómodo debe ser secar
eso al salir! Porque no se cambian ni nada…
Las zonas más alejadas del centro están llenas de
tiendas de campaña directamente en la playa, así que nosotras tratamos de
buscar algún sitio dónde colocar nuestra camper para dormir aquí. Hemos visto
(o más bien oído) que se celebra una boda en el pueblo y van todos los coches
arriba y abajo por la calle principal haciendo sonar las bocinas y tocando
tambores, así que tenemos no pegar ojo en toda la noche si dormimos cerca de la
carretera… Damos una cuántas vueltas y al final encontramos un lugar de tierra
casi al final del pueblo donde hay unos chicos acampados con tiendas y
furgoneta. A pesar de que nos da un poco de miedo que monten ellos juerga,
decidimos jugárnosla y acertamos. Aunque hay tráfico, es más fuerte el sonido
de las olas del mar, que las tenemos a escasos 4 metros y dormimos arrulladas
por su sonido…
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