6 de agosto 2023. El Mar Negro nos muestra su mejor cara.
Hoy nos levantamos con ganas de pegarnos una buena
caminata por este largo paseo y nuestro primer baño en el mar Negro.
Además, hemos visto que hay duchas en la playa, todo un lujo! Así que haremos
uso de ellas…
Lo primero el bañito, en un agua helada del que no
disfrutamos mucho… la ducha, aunque fría, nos reconforta bastante más. A
continuación, nos vamos a pasear y disfrutar de como poco a poco despierta la
ciudad. Vemos lo que significan los desayunos turcos, comilonas a base de
queso, croquetas, huevo, yogurt, mermelada, mantequilla, pan y regado con
abundante té. Corroboramos que Turquía es un país seguro con poca delincuencia
y que los chiringuitos dejan mesas sillas y todo su montaje en las calles sin
ataduras de ningún tipo. Las familias madrugan para coger los mejores
chiringuitos de playa (casetas construidas a lo largo de todo el paseo para
pasar el día a la sombra) y las “okupan” con sus miles de enseres, desde el camping
gas para cocinar, hasta el artilugio de carbón que usan para hacerse el
té… Vemos gente caminando por el paseo
para hacer ejercicio, familias que poco a poco van acudiendo a la playa para
bañarse, la lenta apertura de los comercios (nunca antes de las 9 o 9.30H)….
Aunque nos sentimos un poco como marcianas en este ambiente, en esta ciudad no
somos tan observadas y, en cambio, somos nosotras más las que observamos…
Acabamos tomando 2 cays en uno de los chiriguitos y observando como se bañan
las mujeres con sus trajes y sus flotadores, a pesar de que no cubre más de la
rodilla … vuelve a recordarnos a nuestras madres hace 40 años…. Este país vive en gran medida cómo lo
hacíamos en España durante nuestra infancia, cuatro décadas atrás.
Nos vamos de Cide con pena después de hacer
algunas compras y cogemos la carretera de la costa. Esta vez tenemos varios
pueblos marcados de camino a Amasra, así que vamos a ir poco a poco parando en
cada uno de ellos.
Primer lugar, muy cerquita de Cide, GIDEROS BAY. Es una entrada de mar
circular y circundada por altas montañas que la protegen. Hacemos las fotos
desde arriba y no bajamos a la playa, pero lo bonito del lugar se ve desde las
alturas.
Segunda parada: KAPISUYU. Es un pequeño pueblito costero con mucho ambiente. Es una playa pequeñita pero muy moñona y está llena de bares y de gente!!! Hay varias caravanas acampadas (todas turcas) y nos paramos al lado de una para hacer algunas fotos.
Aquí tuvimos la suerte de comprobar la tan nombrada hospitalidad
turca… Están comiendo y cuando nos vamos a ir se acercan con un plato lleno de
torta de pan, que está muy rica y nos dicen que nos esperemos que nos van a dar
otra cosa. Esta vez es un planto lleno de bizcocho de chocolate buenísimo!! Nos
despiden con una sonrisa y nos vamos cargadas con nuestros manjares… qué gente
tan maja!
En este pueblo cargamos agua en el cementerio.
Aunque el agua en este país no es realmente un problema y hay fuentes por todas
partes, los cementerios son una apuesta segura, ya que siempre tienen agua y con
buena presión. Eso sí, la manguera no la hemos podido usar en todo el viaje, y
llenamos el depósito cómodamente con un embudo y un trozo de manguera, que
preparamos en casa cuando leímos esta información en alguno de los blogs consultados y
llenamos con garrafas de agua.
De camino a la tercera parada: KURUKASILE, casi me cargo a una pobre
tortuga que cruzaba la carretera… Hay muchísimas tortugas de tierra en este
país y son muy fáciles de ver. A la pobre le pego un buen golpe… paramos a
verla y comprobamos que le he arrancado dos uñas… pero está activa y huye como
la pólvora, así que esperamos que sobreviva…
Kurukasile no nos gustó… además había poco
ambiente y pocos bares… Estábamos buscando y un sitio para comer y nos sentamos
en una terracita que había a pié del puerto, pero nos dijeron que no les
quedaba pescado, solo hamburguesas, así que nos fuimos al siguiente destino.
CAKRAZ.
CAKRAZ es un pueblito un poco más grande y con mucho
ambiente. Había muchísima gente y era difícil encontrar sitio para aparcar, así
que nos tocó aparcar a bastante distancia de la playa. En este pueblo vimos que
había 2 campings, aunque no sabemos muy bien para qué los usa la gente cuando
se puede acampar en cualquier sitio…
La bahía que forma la playa es pequeña y acogedora
y un pequeño riachuelo desemboca en medio. Allí los niños y los perros se
divierten con el agua dulce. En tripadvisor marca varios lugares aquí y aunque
es un poco tarde (las 3) intentamos buscar uno, el YAKAMOV BALIK. Está en lo
alto de la bahía con unas vistas espectaculares y aunque está ahora
completamente vacío, preguntamos (con la ayuda del traductor de google, NI UNA
PALABRA DE INGLÉS) y nos dicen que si, que nos dan de comer y que la perra es
bienvenida.
Ocupamos una mesa al lado de la ventana con unas increíbles vistas y pedimos un par de pescados a la parrilla con una estupenda ensalada. Además, para mi GRATÍSIMA sorpresa, VENDEN CERVEZA!!!! Así que por primera vez en todos los días de viaje, como con una estupenda y fría cerveza que me sabe a gloria!!
Estamos súper a gusto y los camareros son
encantadores. Además no nos cuesta demasiado caro, a e pesar de las apariencias
(600 TL: 20€) y nos invitan al postre (un yogurt súper espeso con miel) y a los
tés.
Salimos de ahí muy contentas y paseamos un poco
por la bahía. Bajamos a la perra al río y se pega un buen baño, hoy hace mucho
calor.
Cakraz es ya nuestra última parada antes de llegar
a AMASRA, ciudad muy turística y muy
nombrada en todas las rutas que hemos leído del norte de Turquía.
Se trata de una pequeña ciudad dividida entre
tierra firme y una pequeña isla que se unen por un bonito puente romano. La
ciudad es que es coqueta y encantadora, además tiene un paseo entre
frondosos árboles muy agradable. Paramos en el parking de pago que da
directamente a la playa y decidimos dormir aquí.
Nos damos un paseo vespertino por la zona de la playa y un agradable baño que nos sabe a gloria!!!
La ciudad, como casi todo en
este país, es más bonita de lejos que de cerca…. En el detalle es cuando ves
las casas destartaladas, las calles sucias, la falta de cuidados… es una pena.
En esta preciosa bahía conviven el puerto con una playa de arena y una de
grandes piedras. La suciedad que rodea a la zona del puerto y al comienzo de la
playa de arena da un aspecto muy lamentable… Nosotras nos bañamos en la playa
de roca, que es el extremo oeste de la bahía donde, además, hay mucha menos
gente.
En el primer intento de bañarnos un tipo un tanto
baboso y bastante bebido se nos acerca y nos incordia un poco, así que
decidimos buscar un lugar más tranquilo. El tipo entiende pronto la indirecta y
nos deja tranquilas.
Acabamos viendo un precioso atardecer mientras nos
bebemos una cervecita y jugamos una partida de scrable… un lujo!!
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