9 de agosto 2023. Nos vamos de Turquía...
Nos levantamos temprano porque toca recoger toda la
furgo para irnos prontito. Para poder
dormir dentro y no levantar el techo, hemos tenido que desbarajustar todo el interior…
Vamos a las 8.45 a hacer cola a Santa Sofía y nos encontramos ya una gran fila. Sin embargo a las 9.30 cuando salimos apenas hay gente. Creo que
puede haber un gap entre los tempraneros que vamos pronto y la llegada masiva
de turistas a partir de las 10, que quizá sea la mejor hora para no hacer
largas colas.
En cuanto se abren las puertas el acceso es
rápido. Santa Sofía por dentro nos gusta menos que la mezquita azul. Se ve a
las claras sus reminiscencias de antigua catedral cristiana reconvertida en
Mequita y la decoración no es tan exquisita como en la otra.
Después de Santa Sofía nos despedimos de tan
espectacular ciudad, nos tomamos un último café turco y emprendemos ruta a la frontera.
De nuevo nos acompaña la suerte y salimos de
Estambul tranquilamente, sin nada de tráfico. Por la mañana está todo en la
entrada a la ciudad, que está totalmente atascada. De Estambul a Ipsala, la
frontera por la que saldremos del país (la misma que entramos) son unas 4 horas
(258km). Cargamos bien de gasoil antes de salir y paramos a comer nuestra
última comida turca, que aunque parezca sorprendente, es un desayuno!! No
queríamos irnos sin probar un desayuno turco y como para nosotras es más comida
que desayuno, decidimos probarlo a medio día. Nos pedimos una cazoleta que
lleva huevos fritos con salchicha, jamón y una carne guisada. Todo ello regado
con queso… la verdad que está muy rico. Nos tomamos nuestro último Cay y nos
vamos a cruzar la frontera.
Esta vez ni nos miran la furgo, ni nos piden carta
verde ni tan siquiera los papeles de la perra…. Vaya bien protegidas que
tenemos las fronteras de Europa!!! Podíamos haber metido cualquier cosa. Nos miran los pasaportes y au. Eso sí, en la parte turca nos hacen pagar una multa
de casi 800 TL (28€), que seguramente se deberá a los peajes que no hemos
pagado porque no compramos la tarjeta HGS (la viñeta de los peajes), pero no
nos lo especifican…
Hacemos bastantes kilómetros para ir más relajadas
al día siguiente y llegamos casi a Tesalónica. Allí paramos a dormir en un
lugar al lado de una presa muy tranquilo. Únicamente hay unos pescadores que se
van al anochecer. Paseamos, limpiamos y descansamos. Muy agradable todo.
Comentarios
Publicar un comentario