26 de julio de 2023. El calor nos acoquina!!!

 

Dormimos plácidamente y fresquitas, hasta nos tuvimos que echar la mantita que hemos traído. Por la mañana nos dieron los buenos días un rebaño de vacas de leche, un pequeño rebaño de ovejas que, sin ninguna vergüenza, se acercó a nosotras comiendo la hierba que teníamos alrededor de la furgo y siguieron su marcha hasta ir a beber al lago y volver de nuevo sobr el camino andando. A Gemma le dio tiempo a sacar el dron y grabar el espectáculo.





Se nos hizo un poco tarde, como no, y salimos ya con bastante calor…  aunque nada todavía para lo que nos esperaba ese día…

Primero fuimos a visitar el pequeño pueblo de Behramcale, situado en una ladera de la montaña y que recoge las ruinas de Asso, con el Templo de Atenea. Paseamos por el pueblo que está lleno de puestos de venta turística y restaurantes, pero no entramos al Templo porque hace demasiado calor y no nos apetece.

De ahí nos vamos a Ayvalik, el cuál habíamos confundido con Ayvacik y pensábamos que estaba a 15 minutos… qué disgusto cuando hemos visto que teníamos 2 horas!!!! Además, la carretera es un vía costera con un tráfico insufrible, así que nos desesperamos un poco… Además, el calor…. Buff el calor….  Cuando llegamos, vamos a comer una de sus famosas tostadas típicas de este pueblo, la cuál no es más que un sándwich hecho con un poco de todo: queso, tomate natural, salami, pepinillos, kétchup y mahonesa… La verdad que, sorprendentemente, está bueno!

Después de recuperar fuerzas, aparcamos por el centro con la intención de ver sus calles adoquinadas y sus casitas de colores, pero salir del coche y comenzar a andar es un verdadero infierno…. El coche marca 48ºC y nos lo creemos porque el cuerpo se desintegra. Así que nada, es totalmente imposible caminar, media vuelta y nos vamos en busca de un playita para refrescarnos.

Calles desiertas de Ayvalik con sus 48ºC.


Lo bueno de esta costa es que hay pocas playas de arena, pero todo seguido es como una gran playa de piedra con una orilla estrecha pero que te permite encontrar una zona solitaria a poco que te alejes de las ciudades. Nos colocamos en un área tranquila, donde podemos dejar suelta a la perra, la furgoneta abierta en la orilla y disfrutar de un buen baño. La verdad que el agua fresca nos hace volver a la vida… hasta la perra lo disfruta. Después de tan delicioso baño nos duchamos en la furgo, la limpiamos y recogemos y seguimos ruta hasta Pérgamo, donde dormiremos para mañana madrugar y ver las ruinas antes de que el calor nos arruine a nosotras, aunque creo que mañana bajan un poco las temperaturas.

El camino entre Ayvalik y Pérgamo está lleno de campos de Olivos y de girasoles. Esta es la mayor zona productora de aceite de oliva de Turquía. Huele hasta el ambiente!!

Llegando a Pérgamo (Bergara ese el nombre actual del pueblo), vemos un devastador incendio destruyendo el entorno.. esperemos que sean capaces de controlarlo a tiempo. Con esta terrible ola de calor está habiendo incendios voraces en todo el sur de Europa….

Acampamos a la vera de un pequeño lago donde por primera vez nos encontramos con otra furgoneta acampada… esto del “camper friendly” turco, aún lo tenemos que ver… al menos su popularidad!!!

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