29 de julio 2023. Castillos de algodón en PAMUKKALE y Lago salado de TUZ!
El despertador suena a las 5.30 y está comenzando a amanecer. Da un poco de pereza levantarse tan temprano, pero la vencemos y preparamos el bañador y la cámara para ver uno de los destinos estrella de Turquía: PAMUKKALE, los castillos de algodón. De nuevo nos falta información acerca de este destino, la cual queremos aportar en este blog.
La montaña de carbonato cálcico de Pamukkale tiene una longitud de unos 7 km y
tiene 3 entradas, la norte, la sur y la central. La única que abre a las 6.30h
es la entrada Sur y la que está en el mismo pueblo es la norte, así que hay que
coger el coche para llegar a la entrada sur. Después de pasearnos por el pueblo
buscando la entrada, nos informan que la única abierta es la Sur y que tenemos
que coger el coche, así que nos despedimos del Suleiman, el dueño del hotel, y
nos vamos con la Rotxeta. Ya hay coches aparcados cuando llegamos a las 6.50am,
así que hay más gente de la que esperábamos, pero nada comparado con lo que
tendrá que llegar…
Las tiendas y museo no abren hasta las 8.30h.
Nosotras vamos directas a ver las travertinas, que es lo que atrae a más
público. La UNESCO declaró este parque patrimonio de la humanidad a finales del
siglo pasado porque debido a la sobreexplotación estaba siendo destruido. Ahora
los turistas solo podemos acceder a unas determinadas piscinas y el resto se
ven desde unas pasarelas que recorren todo el conjunto. Además, controlan el discurrir del agua mediante canalizaciones subterráneas, de modo que según cuando vayas te puedes encontrar las piscinas llenas, vacías o solo algunas llenas, como es nuestro caso.
El castillo de algodón es una sorprendente montaña de carbonato cálcico de la que brotan aguas termales. Un fenómeno único en todo el mundo.
En
la cara sur están todas las piscinas a las que está permitido el acceso y donde
puedes meter los pies e incluso bañarte si te apetece pegarte un remojón
(cubren unos 20cm). La parte negativa es que a esas tempranas horas da la
sombra en esta zona y las fotos no son muy buenas, pero se agradece la buena temperatura que hace y las
piscinas centrales, que son las más bonitas, están ya al sol, así que se pueden
obtener buenas imágenes.
Una vez disfrutada la experiencia de pincharte los
pies descalzos caminando por las travertinas, nos vamos a ver todo el complejo,
que es bastante grande. Leímos que se necesitaba como poco 4horas para
visitarlo entero y a nosotras nos cuesta 4.30h.
En primer lugar caminamos por la pasarela que
recorre todo el borde de la montaña. Es una pena que no haya agua, porque se
ven las piscinas, pero vacías. Aún así, es bonito. De ahí llegamos a la entrada
norte, por la que se accede a la Hierópolis, la cuidad romana que rodeaba a las
termas. Aquí si que no hay absolutamente nadie, de modo que la perra se pega un
buen paseo en libertad y con el fresquito matutino. Disfrutamos de las
impresionantes puertas de acceso a la ciudad, las letrinas, la calle principal,
la catedral y, finalmente, el impresionante teatro. Es el mejor de los que
hemos visto. Estructura semicircular aprovechando la ladera de la montaña y una
construcción frontal de piedra que fue de 3 pisos y de la que han reconstruido
uno. Es realmente majestuoso…
Todo el recorrido son unos 6-7km, que a pleno sol
y con subidas pesan y eso que son las 9 de la mañana… otra razón para madrugar.
El recorrido es a pleno sol. Finalmente, se llega a la zona del conglomerado
turístico, donde está la antigua piscina de Cleopatra, que hay que pagar de
nuevo si te quieres bañar, y todas las tiendas y bares. Tomamos un trozo de
sandía que venden y un café con hielo que nos reconforta bastante.
Ya solo nos queda ver el museo, así que allá
vamos. El museo, no muy grande, recoge las piezas más importantes halladas en
la zona y se sitúa en las salas de los antiguos baños, ya muy cerca de las
piscinas de travertino. Está bien ver la imágenes y alegorías usadas para
decorar en la época, algunas de ellas de lo más sorprendente! Como es el caso
de una figura de un hombre montado en un cebú que tiene ensartado en los
cuernos un jabalí panza arriba… O un hombre sentado con las piernas cruzadas
encima de una mujer, ambos en actitud festiva…
Ya muy cansadas pasamos para ver de despedida de nuevo
de las piscinas y flipamos al ver los cientos de personas que tratan de buscar
su hueco para hacerse la foto rodeados de multitudes multirraciales y
multiculturales.. es interesante observar un rato el gentío, pero pronto cogemos
rumbo a la puerta sur para recuperar nuestra Rotxeta y emprender marcha, hoy
toca hacer kilómetros si queremos alcanzar nuestro próximo destino… El salar de
Tuz.
Tenemos más de 500km y unas 6horas de conducción,
así que carretera y manta, comenzamos la ruta! Las carreteras en general son
buenas, aunque te encuentras algunos tramos malos. Esta ruta recorrer todo el
centro del país, una zona rural y agrícola donde nos vemos muchos animales. Es
básicamente cerealística y ahora están cosechando. Tienen buenas cosechadoras,
pero los tractores son pequeños y solo hemos visto empacadoras de paca pequeña,
así que todo el trabajo de las pacas es manual… Vemos decenas de camiones en la
carretera cargados de paja y para aprovechar el transporte, la paja sobresale
por los lados creando auténticas pirámides invertidas!
De vez en cuando puestos de fruta venden verdura o fruta, así que aprovechamos para comprar cerezas y nueces.
Comemos debajo de la sombra de uno de los pocos
árboles que encontramos en camino. A pesar de ser zonas de grandes lagos,
apenas se ve el agua, eso sí, donde el mapa marca lago, se ven manchas verdes
de cultivos de regadío.
Llegamos al salar
de Tuz (Tuz Golu) al atardecer y decidimos parar en el primer parking que
marca la aplicación para poder hacer unas fotos. Resulta que es un sitio súper
turístico, con cientos de turistas locales haciendo fotos en el salar.
Aparcamos y nos unimos al gentío para disfrutar de
este increíble atardecer… la verdad que es una pasada, uno de los más
increíbles que hemos visto nunca. La luz naranja del atardecer refleja en el
blanco inmaculado del lago salado y genera un espectro de luces increíbles.
Una vez el sol se esconde, nos vamos a buscar un
lugar más tranquilo donde pernoctar. El siguiente parking del park4night es un
lugar muy extraño… Es un restaurante que quedó paralizado a mitad construir,
pero que sin embargo tiene todas las farolas de la calle encendidas, el césped
regado y cortado…. Lo ponen muy bien los camperistas, pero no hay ni un alma,
está al lado de la autovía y la verdad que nos da un poco de rollo… Así que
decidimos buscar otro sitio.
Ya es de noche cerrada y tratamos de buscar un
lugar apartado a la orilla del lago, pero el querido Google maps está
juguetón…. Nos mete por caminos imposibles dando más vueltas que un pirulo
mientras se cuelga continuamente… Al final tenemos que echar mano de otros
recursos para acceder al lugar buscado, pero lo conseguimos!! Y menos mal,
merece mucho la pena.
En realidad es un pequeño recodo de un camino de
gravilla que usan los de la fábrica de sal para extraer la sal de lago, pero
está en la mismita orilla, no hay casas, ni perros ni muecines llamando a la
oración… vamos, el lugar ideal para nosotras. Además hace una noche fresca con
una luna casi llena que nos quita de un soplido todo el cansancio del duro día…
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