3 de agosto 2023. Vuelo en globo en la Capadoccia y nos vamos pa'l norte!!

 

A las 4 suena el despertador, pero yo llevo expectante desde las 3 para no dormirnos… Reservamos el vuelo en globo hace varios meses con la Royal balloon porque leímos las mejores críticas de esta empresa. Son serios, son los que menos gente llevan en las cestas y están en las zonas más bonitas, a cambio, claro, son los más caros… Pagamos 580€ por las dos… una barbaridad sabiendo ahora cómo están los precios en Turquía, pero a priori es imposible saberlo y teníamos claro que el vuelo en globo era un “must”. El dueño del Chef Kebap nos dijo que estaba habiendo vuelos ahora por 150€ por persona, pero ¿será verdad? ¿qué vuelos serán?... en fin… en este tipo de actividades turísticas siempre hay mucha especulación, pero nosotras teníamos claro que buscábamos una compañía seria y segura y Royal Balloon nos ofrecía esta garantía.

Dicho esto, no sé cómo nos hubiera ido con otros, pero el vuelo en globo por la Capadoccia con Royal Balloon ha sido una de las actividades más emotivas, intensas y alucinantes que hemos llevado acabo en nuestros viajes…. 

En el siguiente post colgaré el precioso vídeo que ha hecho Gemma de esta experiencia. ;-)

A las 4.30h nos esperaba un estupendo desayuno en el hotel del que parte la actividad. De ahí te llevan en minibuses a las 16 personas que conformarán cada vuelo a la zona de despegue (en las compañías baratas van hasta 40 personas en la misma cesta). Como todavía es noche cerrada no vemos por donde nos llevan, pero luego descubriríamos que despegamos del Valle del amor. La llegada ya es emocionante, comienzan a vislumbrarse con las primeras luces del alba y los globos que poco a poco se van llenando de aire preparándose para el despegue. En muy pocos metros hay como 8-10 globos de vivos colores que poco a poco van cobrando forma.





No sé si es por las expectativas que ha generado esta actividad en nosotras o porque realmente el momento lo merece, que nos parece todo hermosísimo y no paramos de hacer fotos…



Un vez el globo está más o menos lleno de aire, comienzan a calentarlo para que ascienda. Cuando enderezan la cesta nos hacen ya subir a nosotros. La cesta no tiene puerta, así que se accede con una escalera de mano y saltando al interior, y está dividida en 5 compartimentos, en el central está el piloto y en los laterales, bastante amplios, estamos 4 personas en cada uno. Todos tenemos acceso a la barandilla para poder hacer fotos y observar todo sin molestarnos los unos a los otros. Además, el piloto hace girar el globo de tanto en tanto para que tengamos todas las perspectivas.

Cuando el globo comienza a ascender el silencio es sepulcral…  y este dura bastantes minutos. Esto da idea de la intensa emoción que se respira. Creo que intentar describir las sensaciones que me ha generado este vuelo es prácticamente imposible. Solo diré que a estas alturas de la vida, desgraciadamente, ya es difícil encontrar lugares, situaciones o actividades que me emocionen hasta las lágrimas y esta no solo lo ha conseguido, sino que casi no he podido parar de llorar de emoción en todo el trayecto… Es sencilla y llanamente, brutal.











No sé exactamente cuánto tiempo hemos estado en el aire, en total creemos que sobre una hora, pero no hemos mirado el reloj, la verdad. A la bajada el sentimiento generalizado era la euforia… todo el silencio que había habido durante el vuelo se ha transformado en risas y comentarios jocosos… ha sido un gran disfrute para todos. De despedida te invitan a una copa de champan (a las 6.30h am) y unas fresas con chocolate, además te colocan una medallita… en fin, esto sobra, pero el resto de 10. La pericia del piloto es increíble, hacen virguerías con el globo, suben a 300 metros y luego bajan a ras del suelo, te meten entre los valles, te hacen casi chocar con los pináculos y te ofrecen una experiencia riquísima en todos los aspectos.









Como es temprano, nos vamos a hacer un pequeño trecking con la perra antes de partir. Por fin hemos decidido tirar para el norte huyendo del terrible calor y tenemos 7h de trayecto.

Vamos al Museo al aire libre de Goreme ya que nos quedamos sin ver parte, pero a estas horas está cerrado. Aparcamos fuera y subimos por donde estuvimos el otro día y aún descubrimos una zona nueva que no habíamos visitado y que está llena de iglesias, algunas todavía con frescos..










Nos acompaña una preciosa perra tipo Milú todo el viaje. Es curioso como les gusta hacer de guías y unirse a algunos de los turistas para hacer la ruta juntos. Además, esta preciosa perrita juega con Hiru y la hace correr un rato.



Esta es la típica perra turca de raza Kangal, que nos viene a saludar muy simpática al comienzo del trayecto. 

A las nueve, con bastante pereza por dejar la capadoccia, decidimos ya partir. Nos ha encantado esta visita y esperamos algún día poder repetirla porque desde luego es un lugar único en el planeta que ha quedado impregnado en nuestro humor vítreo…

En el trayecto tratamos de organizar nuestros próximos días de viaje. Dudamos mucho si acercarnos a Trebisonda (Trabzon) a ver el Monasterio de Sumela y de paso a Rize, a ver los campos de té, pero finalmente pesa la sensatez y decidimos empezar la ruta norte en Sinope y no pegarnos semejante paliza de kilómetros… esperamos no arrepentirnos luego!

El navegador nos vuelve a hacer de las suyas… y cómo le gusta!! Debe saber que nos gusta lo rural y se empeña una y otra vez en mostrarnos la Turquía más profunda…. Esta vez, pudiendo ir por autovía (lo vemos luego en el mapa en papel que llevamos) nos mete por carreteras rurales que durante bastantes kilómetros incluso pierden el asfalto para convertirse en pistas de tierra y grava…. Eso si, la zona es preciosa. Desde luego Turquía es un gran productor agrícola. Además, todas las zonas que atravesamos tienen muy buena cosecha este año (al contrario que en España). 


Ovejas de cola grasa, donde acumulan reservas como los camellos en la joroba.

Nos recuerda mucho a la España de final del siglo XX, cuando nosotras viajábamos con nuestros padres por las zonas rurales. La mayor parte de los coches son antiquísimos, muchos Renault 12 y rancheras, y los tractores son pequeños y muchos sin cabina. Turquía tiene buenas autopistas y autovías, pero las carreteras rurales son malas, estrechas y mal asfaltadas, eso sí, hay poquísimo tráfico…

Decidimos parar a comer en una zona de río que hay bastante arboleda. Mientras estamos comiendo llega un abuelo en tractor que está regando sus campos en esta zona y entablamos una turco-spanish conversación con él. Es muy amable y nos observa con curiosidad (y no me extraña! Dos mujeres con furgoneta española haciendo turismo por la Turquía profunda???).

Para hacer más llevadero el camino, paramos en Amasya, una población rodeada de montañas y cruzada por el río Yesilirmak, que tiene hermosas casas Otomanas y en la ladera de la montaña se conservan las tumbas de los reyes pónticos. 






Nos damos un agradable paseo vespertino, la ciudad está muy bien cuidada y para nuestra sorpresa, es muy turística! Está llena de hoteles y restaurantes. Nos paseamos por el barrio otomano, vemos las tumbas desde la distancia y nos volvemos para hacer unos cuántos kilómetros más y acercarnos a Sinope. Dormiremos en una zona intermedia, marcada por el park4night como una zona de acampada cercana a un río.   

Llegamos ya bastante tarde a la zona marcada en el Park4nignt (la única hasta Sinope que está a 3 horas), y al meternos por la carretera estrecha que conduce al lago, nos la encontramos cerrada con unos sacos llenos de paja…. No pone nada ni explica nada, pero entendemos el mensaje y nos damos la vuelta. Así que toca improvisar! Buscamos otros posibles accesos al lago para llegar a alguna zona tranquila donde acampar, la pena es que se nos ha hecho muy tarde y de noche se buscan fatal los sitios…

Damos con una carretera que marca un cartel en marrón que dice VERIZKUYU (hemos descubierto que estas señalizaciones indican zonas turísticas de interés) y la seguimos. Nos la volvemos a encontrar cerrada por un barrera, pero esta vez un hombre nos atiende. Aunque no habla ni papa de inglés, rápidamente entiende que buscamos un lugar donde dormir y nos permite el acceso. Pasar la noche cuesta 165 TL y nos llevamos una grata sorpresa al encontrarnos con una especie de Camping, con baños, un montón de mesas de picnic y cantidad de sitios para dormir. Además, hay muchísima gente!

Nos acercamos lo más posible al lago y nos preparamos para pasar una agradable y fresca noche en este agradable lugar.

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