31 de julio 2023. Trecking por Capadoccia con sobresaltos!!

 

Decimos no madrugar porque veníamos muy cansadas de los últimos días. Aún así, a las 9 ya estábamos preparadas para comenzar un trecking por el Valle Rojo, el Rosa y el de Meskendir, que están los tres seguidos entre Goreme y Cavusin. Seguimos un trecking marcado en Wikilok y recomendamos hacer algo así, porque las sendas que surcan estos valles son miles, no hay nada indicado y es facilísimo perderse…  Nosotras aún con la ruta marcada nos perdimos al llegar a Cavusín

El trecking completo eran unos 8 kilómetros y medio y merece muchísimo la pena, pero el calor es insufrible y pasamos algunos ratos muy malos. El lugar es absolutamente increíble. Los pináculos y las asombrosas formaciones que se generan con la antigua lava de los volcanes en su degradación por las inclemencias del tiempo dotan al paisaje de un aspecto único en el planeta. 




La ruta que seguimos comienza por la zona alta, viendo los valles desde arriba y sus cambios de tonalidades continuas. Ese tramo lo disfrutamos muchísimo, porque vamos solas y aunque hace calor, el aire algo refresca. 

 







Cuando llegamos a Cavusín alucinamos con sus casas excavadas en las rocas pero ahí empieza nuestro martirio. No entendemos que la ruta nos lleva por medio del pueblo y no paramos de dar vueltas en la zona alta buscando el sendero adecuado, con un calor horroroso… ahí se nos cae todo un poco encima porque aún nos queda toda la vuelta. Pero esto no es nada con la que nos espera cuando por fin entendemos que para seguir la ruta hay que cruzar todo el pueblo… Encontramos una fuente donde refrescarnos y cargar agua, pero con tan mala suerte que hay una perra criando al lado y cuando ve a la nuestra suelta se va a por ella como una loca. Se produce una persecución que nos pone los pelos de punta, al final la alcanza, pero Hiru consigue zafarse y por fin con nuestros chillidos la perra se aleja un poco y podemos coger a Hiru que llora como una loca… pobrecita, no lleva heridas, pero el susto hay sido morrocotonudo…

Nos vamos de allí agotadas y acojonadas.

El camino de vuelta es entre los pináculos, por el fondo del valle. A estas horas, sin viento y con el solo cayendo a plomo es difícil disfrutarlo como se merece… Así que recomendamos que si alguien hace esta ruta lo haga al revés, primero el valle y luego la zona alta donde corre el viento.

Para colmo, hay una zona de escalada con cuerda que no está demasiado bien, así que decidimos evitarla siguiendo otro tramo, pero la idea es mucho peor porque la arena es súper resbaladiza y la cuesta es muy empinada, así que volvemos a pasar un rato malo…

Cuando por fin llegamos a la zona cercana a Goreme empezamos a encontrarnos con más viajeros, también con nuevos perros que nos acongojan…. Ahora les hemos cogido mucho miedo porque son muy territoriales y a las personas las toleran, pero a los otros perros no.

Nos encontramos a la primera turista española de todo el viaje. Irene es una chica joven de Madrid que viaja sola y intercambiamos experiencias mientras nos tomamos un zumo de naranja natural.





Increíbles murales en algunas de las iglesias del camino.




Un poco más recuperadas decidimos recuperar la ruta para recorrer los duros tramos que nos quedan, ya que es de nuevo una buena subida para llegar al viewpoint. Se hacen muy duros, pero por fin lo logramos y la satisfacción es enorme. Una fría cerveza nos espera en la camper para celebrarlo!



Decidimos ir a comer algo a Goreme porque son las 4.30h de la tarde y aún no hemos echado nada al cuerpo. Comemos en el Kebadzade, unos de los restaurantes grandes de la calle principal que está bien valorado en el Tripadvisor. Y no nos equivocamos. Nos apetece algo fresquito, así que pedimos una ensalada de nueves y un pato que combina las diferentes salsas y acompañamientos turcos: la salsa de yogurt con menta (tzatziki), el humus de garbanzos, una de verdurita que pica un poco y una especie de escalibada hecha con verduras al horno que está riquísima! Nos gusta tanto que repetimos de nuevo este plato. Además, nos pedimos un postre típico turco (Baklava) hecho con hojaldre y pistacho que está muy rico. Hoy pagamos casi 1000 liras turcas, pero nos lo hemos ganado!!!

Damos un breve paseo por Goreme y tras organizar lo que vamos a hacer mañana, nos vamos a dormir cerca de Uchisar, ya que empezaremos viendo su castillo. De nuevo damos vueltas y vueltas gracias  al querido navegador y al final decidimos pasar del park4night y parar donde nos da la gana… Encontramos un lugar agradable cerca de la carretera pero con unas vistas estupendas del valle y arropadas por un fantástica luna llena, así que ahí nos quedamos y pasamos una noche estupenda.


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